Y TÚ ¿A QUÉ ASPIRAS?

Las personas somos seres en construcción. A lo largo de la vida, nos vamos planteando preguntas cuya respuesta cambiará dependiendo de nuestra edad, situación familiar, escolar, de amistad... Es bueno mirar hacia  atrás, el camino recorrido, para reafirmar o corregir el camino a seguir.

La sociedad actual nos ofrece muchas maneras diferentes de vivir y actuar. Hemos de saber reafirmarnos y elegir aquellos caminos que están más de acuerdo con nuestros valores.


Aquí tienes un fragmento de un vídeo que se utilizó para preparar el Congreso Nacional de Pastoral Juvenil celebrado en Valencia en el año 2012. Resulta interesante para reflexionar acerca de los objetivos, metas o ideales que nos mueven en nuestra vida... 













En el vídeo un grupo de jóvenes responden a la pregunta “¿A qué aspiras?”, exponiendo sus planteamientos acerca del sentido que quieren dar a su vida. Escucha con atención  cada planteamiento.

¿POR QUÉ SUFRIMOS?

Muchas veces nuestra felicidad depende de las circunstancias. Si las cosas en casa, con los amigos, en los estudios… van bien, somos felices pero ¿y cuando las cosas van mal? ¿Y cuando todo se tambalea?. Cuando aparece una enfermedad, una ruptura de relaciones, un problema económico…  nos sentimos perdidos, abandonados. También la fe se pierde en ocasiones ¿por qué Dios permite que me pasen estas cosas?.

En la Biblia también se plantean estas cuestiones. Sobretodo en el Antiguo Testamento se creía que Dios premiaba o castigaba según el comportamiento de las personas. Pero ya en el Nuevo Testamento, Jesús nos dice que no es así, que Dios nos ama y nos cuida a todos, hagamos lo que hagamos. Al contrario, se preocupa por la oveja perdida, por el hijo pródigo, por la mujer pecadora…

Concretando, según el pensamiento cristiano:

  • El dolor es inevitable, no podemos hacer que desaparezca de nuestras vidas. El sufrimiento tampoco, pero este sí que podemos manejarlo dándole un sentido. Por ejemplo se puede sufrir más  o menos ante una situación dolorosa, se puede sufrir por amor o por tener más dinero…. 
  • El dolor NO es un castigo de Dios.
  • No es una prueba que Dios nos impone. Jesús cura a muchos enfermos para devolverles la dignidad, ya que se les consideraba “pecadores” y la enfermedad un castigo divino.
  • No es cierto que “la resignación es una virtud cristiana “. El cristiano no se conforma ante el dolor o el sufrimiento. Jesús no lo hizo. Lo que se pide es aceptarlo y afrontarlo con valentía y dignidad. En estos momentos hay que agarrarse a la esperanza, el perdón, la compasión… lo que ahora llamamos resiliencia.
Dios no nos abandona. Como dice P. Claudel, poeta francés, “Dios no ha venido a explicar el sufrimiento, sino a llenarlo con su presencia “.

Ante el dolor y la desesperación, el cristiano mira a la cruz de Cristo y a su madre, María, que estuvo a sus pies, sin perder la esperanza, a pesar del dolor de una madre. Ante situaciones dolorosas, mirar a la cruz nos regala consuelo y fortaleza , nos da sentido al sufrimiento, nos llena de esperanza ante un Dios que nos muestra que el dolor y la muerte no tienen la última palabra, pues pronto triunfará la resurrección y la vida.


LA FELICIDAD

 

Happiness
Todas las personas queremos ser felices, pero la búsqueda de la felicidad la entendemos de diferentes maneras. Algunas piensan en la seguridad y bienestar a través de las compras, las fiestas, los viajes o el dinero…
Pero todos estos logros resultan pasajeros y siempre queremos más. Además, cualquier imprevisto o tropiezo hace que la “felicidad” alcanzada desaparezca. 
La felicidad duradera no llegará a través de lo material sino de los logros en nuestra realización como personas.
La Biblia nos propone la sabiduría y la prudencia, el espíritu y el corazón como guías para orientar nuestra vida hacia la felicidad duradera.
  • La sabiduría y la prudencia : Las personas sabias y prudentes procuran obrar bien y tenerla conciencia tranquila.

  • El espíritu: Es el que da vida a nuestro cuerpo y se deja ver en nuestras acciones. Se encuentra en nuestro interior y si hacemos silencio, gracias a él podemos distinguir lo que está bien de lo que está mal, lo que nos conviene y lo que no. El espíritu es el que nos permite escuchar a Dios en nuestro corazón.
  • El corazón: centro de nuestras decisiones y afectos. Se alegra cuando tenemos una experiencia buena, bonita o verdadera yes rompe ante el sufrimiento,la injusticia y el fracaso. Nos permite amar y es el amor la fuente principal de felicidad.

LAS BIENAVENTURANZAS

  Escena de la serie "The choosen"